Microsoft ahora regala su Copilot en Office… porque es que la gente no lo usaba ni GRATIX

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Imitando a Google en su Workspace, Microsoft no podía ser menos, y ahora regala también su “inteligencia” artificial, basada en una versión muy retocada de ChatGPT, en la que si hablas mal de Bill Gates o de alguna cosa de Microsoft, te cancela el chat… probadlo y vereis que es cierto.

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Microsoft Copilot ha levantado más cejas que una apuesta pirata en un antro sospechoso desde su lanzamiento. Ahora que lo han metido «de regalo» en Office, algunos lo ven como un movimiento desesperado, mientras que otros piensan que Microsoft está jugando al ajedrez 4D. Pero vamos al grano, ¿qué hay detrás de este truco, eh? Aquí desenmascaramos las posibles artimañas de Redmond:

1. Expandir la Tripulación

Soltar Copilot en Office es como lanzar monedas al aire en una taberna: atraerá curiosos a montones. Microsoft busca meter esta IA en manos de cualquiera que tenga un teclado y conexión, eliminando las excusas de «es muy caro» o «me da pereza probarlo», «no sirve para nada, esta muy censurado».

2. Luchar en Aguas Competitivas

En un océano lleno de tiburones como Google y otros colosos, regalar Copilot con Office es una forma de soltar anclas y plantar bandera. Cuantos más lo usen, más probable es que se convierta en el compás que todos sigan en el mapa de la productividad. O al menos eso pensaban metiéndote su navegador como parte esencial de Windows 10 y 11 para que lo tuviera que usar todo el mundo si o si, y aunque no es malo, con esa estrategia, ha conseguido justo lo contrario que la gente lo odie… hace un año dio su brazo a torcer y dejo desinstalarlo (aunque se vuelve a instalar por lo bajini muchas veces y tienes que volver a quitarlo). Aquí también te lo han metido si o si en Office, pero con no usarlo, listos… aunque hay algunas cosas que funciona muy bien, no como el Google Workspace que aunque dice que trabaja en Español oficialmente, no lo hace.

Yo hice una prueba muy simple a Google Workspace para Gmail, le pregunté de cuando data mi primer email con Gmail? Y no me contestó bien… La misma pregunta le hice a Copilot y si me la supo contestar con Outlook.

3. Datos: el Tesoro Escondido

Con más usuarios probándolo, Microsoft no solo recoge un botín de datos, sino que ha perfeccionado su forma de capturarlos: ahora lo hace en tiempo real, sin pasar por largos procesos de post-análisis. ¿Cómo lo logran? Fácil, gracias a su control absoluto sobre Windows y Office. Estas herramientas, que ya gobiernan tu día a día digital, son el anzuelo perfecto para recopilar cada clic, cada texto, cada búsqueda, y ahora, con Copilot, cada interacción con su IA.

El truco maestro está en que no necesitas subir nada ni procesarlo luego como pasaba antes (y que podría ser visto por otros piratas usuarios), ahora tu ordenador hace todo el trabajo por ti en tiempo real y lo genera en un temporal codificado que misteriosamente aparece en los servers de estos. Desde el momento en que usas (o no) Copilot, este analiza tus necesidades y responde con sugerencias, al tiempo que recopila información que es transmitida directamente a Microsoft. Imagina esto: mientras tú redactas un informe o pides ayuda con una tabla, Copilot está registrando tus preferencias, patrones y hábitos, mejorando no solo su rendimiento para ti, sino también su arsenal de datos para el gigante de Redmond.

Este flujo continuo les permite reaccionar con rapidez, afinar su inteligencia artificial sin necesidad de esperar largos ciclos de recopilación y análisis. Así, tienen su espada (o IA) siempre lista para luchar en la batalla de la productividad. Si a esto le sumamos su capacidad de integrar estos datos con sus servicios en la nube y otros productos, el control de Microsoft sobre la experiencia digital de sus usuarios alcanza niveles sin precedentes. Ya no hablamos de simples herramientas de productividad, sino de una red de vigilancia digital que alimenta su maquinaria en tiempo real.

Si ChatGPT también lo hace, pero por ahora, estos no tienen un Office y un Sistema Operativo, con lo que los datos que recopilan son mucho menos efectivos. Todos lo hacen, no es una novedad, pero tienes que evaluar, para qué les sirven.

Como digo siempre, lo mejor es hacerse cuentas con datos falsos y usar tarjetas de Neobancos raros como Curve y para tu mundo digital, funciona muy bien, pero cuando usas Office para hacer documentos, y manejarlos, lógicamente, pones datos reales en estos documentos, y….. saben hasta la fecha en la que nació tu perro.

4. Una Jugada de Largo Plazo

Aunque parezca que están regalando el oro del cofre, esto podría ser más bien un anzuelo con cebo dorado. Microsoft no da puntada sin hilo, y esta “generosidad” está diseñada para que, una vez que te enganches, descubras que el verdadero botín está en los servicios premium de Office 365. ¿Quieres desbloquear las funciones más potentes, esas que prometen revolucionar tu productividad? Paga el pase VIP de Office, -«Es el mercado, amigo», porque en esta tripulación no hay extras gratis. Y cuando ya estés dentro, verás que la única forma de navegar en sus aguas será con un mapa que ellos mismos controlan. Al final, este regalo es como un canto de sirena: seductor, pero te lleva directo a su red de suscripciones y servicios.

5. Limpieza de Reputación

Después del arranque algo… «meh» de Copilot, esta movida parece el intento de Microsoft de lavar la cara de su creación. Con frases como «¡Pruébalo gratis, te juramos por Snoppy que ahora sí funciona!», están jugando su última carta para ganarse la confianza de los usuarios. Es una táctica clara: primero te lo regalan para que te acostumbres, ven que la gente suda de este y no consigue arañar usuarios al simple ChatGPT en el que está basado el mismo…. y luego, cuando ven que no suben los números y ven que Google está regalándolo también, es sus mierda productos nunca acabados, pues ellos los meten en su Office que funciona de puta madre, y de esa manera en unos meses ya no puedas imaginarte trabajando sin él, y en ese momento a pasar por caja.

Pero no nos engañemos, esta jugada no es solo sobre mejorar su reputación; es sobre ocupar un espacio esencial en nuestras vidas digitales. Si consiguen que lo adoptes, Copilot podría convertirse en una herramienta tan común como un procesador de textos o un gestor de correos. Y si los usuarios lo aceptan, lo integrarán en su día a día como si fuera el ron en las noches piratas: imprescindible y omnipresente.

Claro, hay que reconocer que algunas de sus funciones realmente han mejorado. Copilot ahora es más rápido, más preciso y hasta parece tener un toque más «humano» en sus respuestas. Sin embargo, no debemos olvidar que este lavado de cara viene acompañado de un interés estratégico: posicionarse como el rey absoluto de la inteligencia artificial en productividad, aunque para ello tengan que regalarte el anzuelo antes de tirar de la cuerda.

La pregunta es, ¿caerán los usuarios en la trampa y convertirán a Copilot en un compañero inseparable como ChatGPT, o lo dejarán flotando en el océano de herramientas olvidadas? Lo que está claro es que Microsoft está apostando fuerte, y el tiempo dirá si esta estrategia redime a Copilot o lo hunde más profundamente en la percepción pública.

Conclusión

Que Copilot sea gratis en Office no significa que Microsoft haya izado la bandera blanca. Todo lo contrario: están cargando sus cañones con precisión milimétrica, listos para tomar por asalto el mercado de la IA en productividad. La estrategia es clara: primero te atraen con la promesa de una herramienta “gratuita”, pero detrás de esa fachada hay un plan meticuloso para dominar el mapa digital.

Microsoft no solo quiere que uses Copilot, quiere que no puedas vivir sin él. Si consiguen que esta IA cumpla lo que prometen —sugerencias más inteligentes, respuestas instantáneas y una integración fluida con sus productos—, podríamos estar viendo el nacimiento de un auténtico monstruo de la productividad. Sin embargo, el riesgo es evidente: si Copilot no logra deslumbrar o se convierte en otro experimento fallido, solo será un loro más, chillando sin rumbo en el hombro del mastodonte que es Office.

Esta jugada es todo o nada. Microsoft está apostando fuerte, confiando en que su ventaja estratégica —control absoluto sobre el sistema operativo, las herramientas de trabajo y ahora la inteligencia artificial— les permita consolidar su reinado. Pero el tiempo, y los usuarios, serán los jueces finales de esta epopeya. ¿Llegará este barco a puerto o acabará naufragando en aguas olvidadas? Lo único seguro es que la batalla por la supremacía de la IA está lejos de terminar.

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